A propósito del día del padre, creo que una manera de honrarlo es reconociendo el legado que él ha dejado en cada uno de nosotros. Por esta razón los invito a que piensen en esta pregunta: ¿Qué ha aprendido Usted de su padre?. Lo que yo aprendí del mío es un optimismo a prueba de toda adversidad y una inmensa generosidad y capacidad para servir a otros; valores que confío estar transmitido a mi unica hija.

Ser padre, aunque a veces parezca difícil, se puede convertir en una experiencia muy placentera y gratificante que parte de reconocer la gran influencia que tiene su presencia activa y constante en el desarrollo físico y emocional de los niños y jóvenes y la importancia de establecer un vínculo sólido de afecto, comunicación y cercanía entre padres e hijos.

Ser una autoridad firme, constante y comprensiva, lo que se traduce en establecer límites, resolver a tiempo los problemas, evitar los castigos físicos y las recompensas permanentes (no solucionarlo todo con regalos o dinero) y dar ejemplo de las actitudes y valores que se quieren formar.

El amor de un padre a su hijo se expresa a través de muchas maneras: mostrar interés permanente en conocerlos, ser sensible a sus necesidades emocionales; exigirle lo esperado para su edad y personalidad, estimularlo a mejorar, a tener metas y a esforzarse por alcanzarlas, aceptar que se puede equivocar y confiar en lo que el niño o joven elija.

Compartir con los hijos no es necesariamente salir de paseo, pasar interminables jornadas en el centro comercial, ir al cine o estar todo el día en la calle con ellos. En fin existen muchas razones para construir una relación de confianza, amor y cercanía entre padres e hijos, pero sobre todo que éstos últimos constituyen una fuente inmensa de disfrute y alegría que los padres no deberían perderse.
On the subject of Father’s Day, I believe that one way of honoring him is by recognizing the legacy he has left in each one of us. For this reason I invite you to think about this question: What have you learned from your father? What I learned from mine is an optimism proof of all adversity and an immense generosity and capacity to serve others; values that I trust to be transmitted to my only daughter.

Being a father, although sometimes it seems difficult, can become a very pleasant and rewarding experience that starts from recognizing the great influence of his active and constant presence in the physical and emotional development of children and young people and the importance of establishing a solid bond of affection, communication and closeness between parents and children.

Being a firm, constant and understanding authority, which translates into establishing limits, solving problems in a timely manner, avoiding physical punishments and permanent rewards (not solving everything with gifts or money) and setting an example of the attitudes and values that are they want to form.

The love of a father to his son is expressed through many ways: showing permanent interest in knowing them, being sensitive to their emotional needs; demand what is expected for their age and personality, encourage them to improve, to have goals and strive to achieve them, accept that they can be wrong and trust what the child or young person chooses. Good moments at home leave indelible marks on them. A simple smile, a word, a pat on the back or a hug have the power to transmit recognition, attention and affection.

In short, there are many reasons to build a relationship of trust, love and closeness between parents and children, but above all that the latter constitute an immense source of enjoyment andjoy that parents should not miss.