Disciplina es, básicamente, la capacidad de pasar a la acción aunque no tengamos motivación.

Se trata de un recurso personal y como tal podemos desarrollarlo, al igual que cualquier otro de nuestros recursos, características o habilidades. Con una mayor disciplina tendremos la capacidad de pasar a la acción más rápidamente, con menor esfuerzo, y cada vez de forma más independiente de nuestro estado interno y de nuestra motivación.

La disciplina nos es especialmente útil en aquellos casos en que la motivación para realizar una tarea no es inmediata, sino que se consigue tras un esfuerzo sostenido a medio o largo plazo.

Estas son algunas actividades en las que tener más disciplina nos ayudará considerablemente:
La productividad en nuestro trabajo diario
La productividad en nuestros proyectos personales
Hacer deporte, como por ejemplo ir al gimnasio o salir a correr
Seguir una dieta
Incluso un hobby como tocar la guitarra, escribir o pintar

Como cualquier otro recurso (sociabilidad, capacidad de organización, asertividad…) la disciplina puede entrenarse. Es igual que entrenar un músculo o aprender una nueva habilidad. Si estamos desentrenados, sentiremos que tenemos poca disciplina y cualquier problema nos parecerá un desafío retador, pero poco a poco podemos aumentarla y desarrollarla al igual que cualquier otra habilidad o característica. Más adelante veremos varias técnicas para empezar a entrenar nuestra disciplina.

El autor de desarrollo personal Steve Pavlina ha desarrollado un modelo de autodisciplina basado en cinco pilares: Self-Discipline (en inglés). Este modelo me parece correcto, simple y elegante, así que ¿para qué reinventar la rueda? Os resumo aquí las 5 componentes de la autodisciplina en este modelo:
Aceptación: saber qué nivel de autodisciplina tenemos, de qué somos capaces y de qué no
Fuerza de Voluntad: la capacidad de actuar con energía en un momento determinado, aunque no se sostenga en el tiempo
Trabajo Duro: la capacidad de hacer lo que es difícil y retador
Laboriosidad: la capacidad de realizar el trabajo, es decir, aplicar el tiempo y el esfuerzo necesario hasta que esté hecho, aunque sea algo rutinario y aburrido
Persistencia: la capacidad de seguir adelante cuando perdemos la motivación, el esfuerzo sostenido a lo largo del tiempo

Personalmente, el modelo de Steve Pavlina me ha sido de gran utilidad para desarrollar mi propia disciplina personal, partiendo de la base de conocer mis propias capacidades (Aceptación) y comprender para desarrollar progresivamente el resto de características. Muy recomendable.

Por eltiempo

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