Si la meta de LeBron James durante esta temporada baja es unirse al equipo que le pueda dar las mejores oportunidades de derribar a los Golden State Warriors tras sufrir derrotas consecutivas ante este club en las Finales de la NBA, su mejor esperanza a tal fin radica en incorporarse a los Houston Rockets, quienes obligaron a los Warriors a disputar una serie completa contra ellos en las Finales de Conferencia de este año.

Debido al hecho de que Houston ya se encuentra demasiado cerca de alcanzar el tope salarial, no puede firmar a James sin antes tener que negociar nuevos contratos para los agentes libres Chris Paul y Clint Capela. Además, la llegada de LeBron a Houston no podría producirse, prácticamente, sin hacer cambios previos. ¿Es posible un escenario así? Analicemos cómo podría ocurrir.

Si LeBron desea jugar con los Rockets, probablemente sea necesario para él pasar por la misma ruta recorrida por Paul hace un año: declinar la agencia libre y así sentar las bases para preparar un cambio con Houston. ¿Por qué? Porque incluso, si los Rockets decidieran hacer un canje que involucre a James como agente libre a salario máximo, hacerlo los llevaría a nivel de impuesto al lujo, estimado en $128 millones para la próxima temporada.

Los salarios máximos de James y Paul (agente libre sin restricciones), más el de James Harden, representarían más de $100 millones de ese total. Sumamos el salario máximo de Capela (agente libre restringido), y Houston ya estaría muy encima de ese nivel, con 10 puestos en el roster aún por llenar.

Por eltiempo

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