Autoridades descartan sacrificar a «Penka», originaria de Bulgaria y que se fugó fuera de la Unión Europea.

«Penka», una vaca búlgara destinada al sacrificio por haber entrado en Serbia, fuera de la Unión Europea, para luego ser devuelta a su país de origen, finalmente ha sido indultada, anunciaron este lunes las autoridades veterinarias de Bulgaria, luego de someterla a una serie de pruebas veterinarias.

Los análisis de laboratorio realizados a esta vaca alazana, originaria del oeste del país, desde donde franqueó la frontera con Serbia en un descuido, «dieron negativo a todas las pruebas sobre (eventuales) enfermedades», informó este lunes la Agencia búlgara de seguridad de los alimentos.

«No será sacrificada y volverá con su tropilla de aquí al fin de semana», confirmó Ekaterina Stoilova, portavoz de la agencia.

«Penka» se fugó el 12 de mayo cuando su tropilla pasaba por la aldea búlgara de Kopilovtsi. Su peregrinaje la llevó hasta la cercana Serbia. Recogida por un granjero de este país, que la identificó por su distintivo (de trazabilidad), 15 días más tarde fue devuelta a su propietario, Ivan Haralampiev.

Fue entonces que comenzó el calvario de «Penka»: las reglas europeas, particularmente estrictas en materia de importación de animales en pie, exigían que la vaca contara con un certificado veterinario que confirmara su perfecta salud antes de regresar a la UE. A falta del mismo, las autoridades búlgaras exigieron que fuera sacrificada.

 

Por eltiempo

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