La compra de armas en Estados Unidos llegó a niveles récord en marzo, según estimaciones basadas en datos del FBI, que registró más de 3,7 millones de comprobaciones de antecedentes penales de potenciales compradores, un 41% más que en febrero, en medio de la incertidumbre por el avance de la pandemia de coronavirus.
La venta de armas carece de registros oficiales en Estados, pero la industria suele utilizar los datos de la agencia federal de seguridad para medir los movimientos en el mercado. Los datos de marzo no tienen precedentes desde que el sistema arrancó en 1998.

La ley estadounidense estipula que los vendedores con permiso federal deben comprobar los posibles antecedentes de todos los compradores, un gesto que en marzo se efectuó en más de 3,7 millones de ocasiones.

El último dato por encima de los 3 millones data de diciembre de 2015, cuando el gobierno de Barack Obama intentó imponer restricciones a la venta de armas tras el ataque terrorista en San Bernardino, California.

Además, según datos del New York Times, el dato de ventas es comparable a la de enero de 2012, un mes marcado por la reciente reelección de Obama y las posibles restricciones tras la matanza de Sandy Hook. El Times estimó que, de las 3,7 millones de revisiones de antecedentes, se concretaron alrededor de 2 millones de ventas.
Illinois, con más de medio millón de comprobaciones al FBI, es el estado que encabeza el listado de marzo, seguido de Texas, Kentucky, Florida y California, según los datos divulgados por el FBI.
Ese aumento ha intensificado las tensiones entre los defensores de la Segunda Enmienda constitucional y quienes apoyan el control de posesión de armas. Los grupos a favor de la tenencia de armas dicen que las largas filas en las tiendas afirman la extendida creencia del derecho a estar armado. Los opositores alegan que agregar armas de fuego a hogares estresados llenos de personas durante las órdenes de cuarentena podría aumentar los niveles de violencia doméstica y suicidios.

La Fundación Nacional de Deportes de Tiro señaló que las tiendas de armas reportaron que una mayoría abrumadora de compradores en el último mes han sido personas que antes no poseían armas de fuego. Eso preocupa a los defensores del control de armas, que temen que dichos compradores no puedan recibir el entrenamiento para operar y guardar con seguridad sus nuevas armas.

Por eltiempo

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