Ocho consejos para manejar la ansiedad de los niños en relación a la COVID-19

Es normal que los niños sientan ansiedad ante los cambios y lo desconocido. Conozca cómo pueden ayudar los padres.

 

Muchas familias están enfrentando importantes cambios debido a la enfermedad del coronavirus (COVID-19). Con todo el desconocimiento que acompaña a un nuevo virus, es normal sentir ansiedad ante el futuro y los “¿Y si…?”.

 

Este estrés no solo afecta a los adultos; los niños y adolescentes también corren el riesgo de sentir ansiedad, especialmente cuando sus rutinas diarias se ven afectadas.

 

“Los niños de cualquier edad pueden sentir ansiedad”, explica Roshini Kumar, LPC, terapeuta clínica en Children’s Health℠. “En este momento, es difícil anticipar el futuro, y los niños han sido apartados de sus rutinas habituales. Cada vez que un niño enfrenta un cambio importante, puede sentir miedo y ansiedad”.

 

Cuando no se maneja la ansiedad, ésta puede afectar tanto el cuerpo como el cerebro y provocar sentimientos de impotencia y tristeza. Sin embargo, existen formas en que los padres puede ayudar a los niños a lidiar con el estrés y la ansiedad relacionados con la COVID-19. Kumar comparte ocho consejos útiles.

Cómo ayudar a los niños que sienten ansiedad ante la COVID-19

  1. Crear una rutina

Una de las mejores formas de ayudar a los niños a lidiar con los cambios es volver a implementar una estructura. “La rutina nos ayuda a anticipar lo que viene y nos hace sentir seguros”, afirma Kumar. “La estructura y la estabilidad se han visto drásticamente afectadas en muchas familias, por lo tanto es importante establecer una nueva normalidad para los hijos”.

 

Establezca nuevos horarios junto con sus hijos. Una rutina saludable alentará a los niños a mantener un horario de sueño regular, hábitos alimenticios saludables y actividad física diaria (ver ideas para mantenerse activo en casa). Recurra a recursos confiables, como la escuela de sus hijos, para obtener sugerencias de actividades o tareas diarias. Haga un cuadro con objetivos o una lista de tareas pendientes y exhíbalo en un lugar bien visible, como el refrigerador. Eso le permitirá a sus hijos hacer un seguimiento del progreso y les recordará el arduo trabajo realizado.

 

“Haga un esfuerzo para reconocer los logros de sus hijos en este momento”, alienta Kumar. “Los pequeños reconocimientos pueden hacer una gran diferencia en el estado de ánimo de actual sus hijos”.

 

Si bien establecer horarios será útil, Kumar sostiene que, además, está bien reconocer que la nueva normalidad no es normal. “Sea comprensivo ante el hecho de que adaptarse va a llevar tiempo”, afirma. “Si los nuevos horarios no se cumplen según lo planificado, está bien. Intenten nuevamente mañana”.

 

  1. Contrólelo con frecuencia y escúchelo

Pregunte frecuentemente cómo se sienten sus hijos y escúchelos sin interrumpir. Escuchar sus preocupaciones, validar sus sentimientos y mantener una comunicación abierta es una forma importante de darles apoyo en estos momentos.

 

Puede ayudar a sus hijos a manejar la ansiedad compartiendo el modo en que usted aborda sus sentimientos cuando está ansioso. Hágales saber que es normal sentirse molestos o ansiosos y que usted está allí para ayudarlos. Pregúnteles cuál es la mejor forma de alentarlos cuando no se sientan bien.

 

“Por ejemplo, puede preguntar: ‘¿cuáles son dos de tus mejores cualidades que pueda recordarte cuando estés triste?´ o ‘¿qué libro podemos leer juntos cuando te sientas preocupado?´”, sugiere Kumar. “Con frecuencia, sus hijos solo desean escuchar que usted está allí para ellos y que los ama”.

 

También es importante crear límites saludables en relación a la cobertura de medios de comunicación con respecto a la COVID-19, dando lugar solo a fuentes de información confiables. Ver más consejos para hablar con sus hijos sobre la COVID-19.

 

  1. Descubrir los signos de ansiedad en forma precoz

 

Una de las herramientas más importantes para manejar la ansiedad es reconocer y abordar los primeros signos de advertencia de ansiedad. Kumar recomienda a las familias pensar en la ansiedad en una escala del 1 al 10. Muchas veces, la ansiedad aumentará hasta el nivel 8 o 9 antes de que nos demos cuenta de que estábamos subiendo en la escala.

 

Los primeros signos de ansiedad pueden ser diferentes en cada persona. Para algunos, pueden ser morderse las uñas o estar inquietos; para otros, puede parecer irritabilidad. Familiarícese con los signos de advertencia que muestran sus hijos, así como con sus propios signos de ansiedad. Los síntomas típicos de ansiedad incluyen preocupación excesiva, agitación, fatiga, dificultad para concentrarse y problemas para dormir.

 

La ansiedad también puede presentarse de maneras diferentes según la edad del niño. Los niños pequeños no tienen las palabras ni la capacidad para expresar cómo se sienten, por lo tanto la ansiedad puede manifestarse en forma física, como berrinches, escándalos o agresión. Los niños más grandes y los adolescentes tienden a estar más irritables o propensos al aislamiento cuando se sienten ansiosos. Hable con sus hijos acerca de reconocer esos signos de advertencia y bríndeles formas de responder cuando los signos aparezcan.

 

  1. Enseñar a los niños habilidades para lidiar con la ansiedad

 

Mientras más ansioso está un niño, más difícil es usar el pensamiento racional para calmarlo. En esos momentos es importante usar recursos físicos para disminuir los niveles de ansiedad.

 

Los niños pueden hacer cosas como respirar profundamente, contar hacia atrás desde 100 o ir a un lugar seguro dentro de su hogar para relajarse. Junto a sus hijos, identifique un lugar que los haga sentir calmados, como una habitación o sala de juegos. Arregle el espacio de modo que puedan tener algo táctil para tocar o abrazar, como una manta suave, un animal de peluche favorito o una pelota para el estrés. Incluya actividades para hacer en ese espacio, ya sea leer, dibujar o ver un video. Estas acciones físicas pueden ayudar a reducir la ansiedad y le permitirán hablar más con sus hijos acerca de cómo se sienten a medida que baje el nivel de ansiedad.

 

  1. Enfocarse en lo que es posible controlar

 

En lugar de pensar demasiado en asuntos que están fuera de nuestro control, enseñe a sus hijos a enfocarse en las cosas que sí pueden controlar. Enfocarse en tareas controlables ayuda a los niños a pensar de forma más lógica y racional.

 

“Una gran cantidad de ansiedad está impregnada por pensar ‘¿Y si…?’, que se enfoca en el peor escenario. Esta forma de pensar puede derivar en miedo y negatividad”, explica Kumar. “Detener el pensamiento hipotético en sus primeras etapas, y en cambio enfocarse en las cosas que sí puede controlar, como lo que puede lograr hoy o el modo en que puede mantenerse sano, ayudará a eliminar los pensamientos de ansiedad”.

 

Las cosas que los niños pueden controlar incluyen finalizar sus tareas diarias, decir a sus familiares que los aman, hacer un dibujo o escribir una carta a un maestro o amigo. También recuerde a sus hijos los pasos prácticos para mantenerse sanos, como lavarse las manos frecuentemente y mantener el distanciamiento social.

 

  1. Alentar el pensamiento positivo

 

Replantear los pensamientos negativos para que sean más positivos es una práctica habitual de la TCC (terapia conductual cognitiva), uno de los tratamientos basados en evidencia más usado para la ansiedad.

 

“No puede decirle a un niño que deje de sentirse ansioso, pero sí puede decirle: ‘dime qué estás pensando´”, dice Kumar. “Luego, puede ayudar a su hijo a descubrir si un pensamiento está basado en hechos o en ideas hipotéticas. Si se basa en ideas hipotéticas, trabajen juntos para modificarlo de modo que refleje algo positivo”.

 

Dedique unos momentos para compartir algo por lo que se siente agradecido o algo que valora de su hijo. Si puede enfocarse en lo bueno y alentar una conversación positiva, el estado de ánimo eventualmente cambiará.

 

  1. Mantenerse conectado con los demás

 

Si bien el distanciamiento social es una importante manera de evitar la propagación de la COVID-19, puede presentar desafíos particulares a la hora de manejar la ansiedad. “Nos indican aislarnos, lo cual es, de hecho, un síntoma de depresión”, explica Kumar. “Por eso es importante encontrar de manera activa y creativa modos de fomentar la conexión humana”.

 

Incluso mientras mantenemos una distancia social segura, hay maneras de conectarnos con los demás. Llamar o hacer videollamadas con familiares y amigos, hacer dibujos para compañeros de clase o escribir una carta o un correo electrónico a un maestro. Decorar carteles para colocar en las ventanas y que los vean los vecinos que pasan. Algunas familias incluso están haciendo barbijos caseros aprobados para donar al personal de atención médica que está trabajando en primera línea.

 

  1. Buscar ayuda profesional si es necesario

 

Es absolutamente normal y comprensible sentir ansiedad en momentos como estos. Sin embargo, si la ansiedad de su hijo persiste y comienza a ser un factor debilitante, puede ser útil consultar a un profesional de salud mental. Los signos de que su hijo podría beneficiarse recibiendo ayuda profesional incluyen no ser capaz de llevar a cabo tareas cotidianas, no desear participar en actividades que solía disfrutar o no dormir bien, lo cual puede afectar su energía y apetito.

 

Puede resultar difícil identificar esos signos en momentos como estos, pero siga controlando a su hijo y busque ayuda si los signos de ansiedad continúan.

 

 

Por eltiempo

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